Aquitaine, Bayonne y Biarritz

Catedral de BayonneLa idea fué ir hasta Frantzia (Francia en euskara), la frontera estaba muy cerca y aprovechar la oportunidad parecía lo más sensato.

Tomamos una autopista del País Vasco español al Pays Basque francés, en la Región de Aquitaine. El control de frontera no requirió ni siquiera la detención del auto.

Patio en BayonneBiarritz era el destino. La elección estuvo a cargo de nuestro chofer 'El Cuco', que hasta ahora no he mencinonado, ha exigido su fragmento de fama en eurotrip. Créditos hacia él, por llevarnos ida y vuelta intactos -incluído él mismo- manejando hasta mientras otros dormían (en su cara). No claudicó ante el cansancio.

Rambla de BiarritzA cien metros de la frontera ya me sentía en otro país, aunque todo lucía similar. La señalización se tornó bilingüe, en francés e inglés. Las imágenes eran el manto verde intenso que cubría las montañas, arboledas y casas de campo. No estaba lejos de Biarritz, saltearse la salida de la autopista fué inevitable. Visitaría un destino extra, Bayonne.

Pileta vacíaBayonne es una ciudad alrededor de un río, parecía ser un lugar muy tranquilo, pero el hecho es que los domingos hacen que todo sea tranquilo. Un lugar húmedo, tanto que el centro, la catedral, mostraba los cimientos llenos de verdín.

Aprovechamos para desayunar un chocolate, no fué el mismo chocolate espeso español, era instantáneo; en el mismo lugar vendían el atado de cigarrillos a 5 euros (económico). En las calles hay cajas expendedoras de bolsas, son para las heces de la mascota.

Las calles estaban poblándose de a poco. De la pattiserie se llevaban baguettes de a cuatro, bajo el brazo. Compre unas facturan riquísimas.

Biarritz, al fin.

Playa y faroLos alrededores eran típicos de la costa. Pero el centro en la playa era lo mejor. La imagen de los edificios antiguos sobre la arena, es casi de película. Con todo, el mar, el cielo, las nubes, caracoles, el faro, la niebla alrededor del faro. La gente caminando y disfrutando.

La rambla llena de árboles, algunos se conectaban entre sí por las ramas, abrazándose. Ya lo había visto antes, por casa.

Piedras de la playaNo sólo hay arena en la playa, la roca esta erosionada y expuesta, cubierta por musgos y formando charcos de agua de mar. Algunas piedras forman islas pequeñas. Cada una tiene un nombre particular, los ví en un mapa.

El lugar es increíble.

1 comentario:

  1. Lo que contás y lo que se ve en las fotos alcanza para darme ganas de ir.
    En cuanto a las cajas expendedoras de bolsas para las heces de la mascota, en Madrid hay por todos lados, raro que no las hayas visto.
    Yo.

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