Llegué a la estación Nord en la mañana fría con un mapa simple y la dirección de mi amigo. La típica mañana vacía. Dí varias vueltas hasta que encontré el lugar donde vive. Toqué el timbre desesperadamente -quizá siete veces-, tenía frío. Solo respondió el sonido que abría la puerta del edificio, tomé un ascensor de madera hasta el cuarto piso.
Atendió mi amigo con rostro extraño, mientras yo lo saludaba en voz alta comprendí que debía silenciarme. Claro, el vive con otras tres personas, habían de haberse acostado hace un par de horas. Haciendo muy poco ruido entré en la sala de estar, la aquitectura del piso es muy interesante y antigua, con arcos y varias habitaciones.
Desayuné y armé -junto con sugerencias de él- el itinerario del día. Me contó sobre los catalanes y su campaña para con su cultura. Luego habló más sobre él y su vida en los últimos dos años. Decidí partir para recorrer la ciudad, volvería más tarde para conseguir el lugar donde pasar la noche.
Comparándola, la ciudad es muy diferente a Madrid, los edificios parecen más nuevos aunque no han sido tan restaurados. Art nouveau por donde mires. Las calles son más anchas y tienen un aspecto más citadino. Hay muchas puertas enormes y de madera en las entradas. Se presta mucha atención a casi todos los detalles, hasta los bebederos tienen decoración. Esto pensaba cuando empecé el recorrido.
Tomé por una peatonal, la Rambla, que desemboca en el puerto. Los negocios empezaban a abrir y se veían los vestigios de la fiesta del día anterior -papel picado, botellitas, gente tirada, silencio-, esta semana era una víspera especial, se festejaba La Mercè '04 (la patrona del pueblo?) y el cierre de Forum Barcelona 2004. Esta noche y la siguiente la fiesta alcanzaría su tope. La actividad nocturna es mayor que en Madrid.
Esta zona de la ciudad es totalmente nueva, con obras en progreso y algunos edificios muy altos. Los platos típicos que aparecían en el menú eran Fideuà, Gambas, Bacalao. Muy lejos, al fondo de la calle (Marina) se podían ver los picos de La Sagrada Familia y las grúas inmóviles alrededor. Detrás aparecía una capa de montañas. Se había hecho la hora del almuerzo, en la zona donde me encontraba no pude encontrar un restaurant apropiado. Me dirigí más hacia el centro, atravesé el Zoo, y luego un paredón gigante con graffitis.
En el centro de Barcelona, un equipo de varias personas, la cruz roja y varios más, estaban preparando los detalles para la fiesta de esta noche y de la de mañana.
Después del almuerzo decidí ir a buscar las obras de Gaudí, armé un recorrido con dos edificios, el Parc Güell y La Sagrada Familia. Fuí por una calle paseo que atravesaba el centro de la ciudad, donde hay una iglesia antigua con entrada o donación obligatoria, no entré. Sobre la calle se puede ver el mismo diseño de baldosas que está vigente en toda Barcelona, postes de luz cuya base es un asiento redondeado típicos del estilo de arte.
Cuando caía la noche, empezaron los festejos en el centro, con fuegos artificiales, estruendos y música, (murgas?) gente disfrazada. Para esta hora los bares mas chicos estaban abriendo y los restaurants cerrando. Aproveche y cené algo simple después de haber tomado un baño. La piel me ardía del día de sol en la playa.
Se decía que en el día de mañana los fuegos artificiales saldrían desde el mar...
No me acuerdo a que hora me acosté, pero si que me levanté tarde casi al mediodía del día siguiente.
Me gusta la primera foto. De esta serie es la mejor.
ResponderBorrarYo.
Cualquier medio de transporte es mas cómodo que un avion (a menos que
ResponderBorrarsea Primera Clase, obvio).
El subte? no, el subte no figura dentro de ese rubro, no es un medio
de transporte, es un medio de experimentación. Ahi tratan de descubrir como pueden viajar las personas tan juntas sin fundirse unas
con otras formando una gran masa amorfa, grasienta y pestilente.