De nuevo el tren, esta vez desde la estación Chamartín de Madrid. El tren de cercanías atraviesa una zona urbana en las afueras del centro y luego áreas boscosas, que no había visto antes. El final del recorrido se encuentra en la base de la montaña, se pueden ver sierras nevadas en la cima.
Referido como Palacio Real de El Escorial o simplemente El Escorial, es un complejo de muchos edificios, su nombre oficial es Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial. Contiene palacio, basílica, monasterio, panteón, biblioteca y le agregaron salas de museos de pintura y arquitectura.
Hay varias cosas interesantes para ver, entre lo que más me llamó la atención están los relojes de sol cerca de las ventanas, los mapas antiguos de América, el panteón de los reyes; y pinturas, bordados copias de otros más famosos, grandes copias. En El Escorial estaban originalmente las pinturas del Bosco que ahora están en el Museo del Prado y en el primero, hay más que siguen esa misma línea.
Como siempre, están los puntos y sectores marcados 'en reparación, restauración'. La entrada era gratuita para los miembros de la Unión Europea. Sentía ganas de verlo en su pleno esplendor, sin los cartelitos de visita, en el recorrido hay un montón de puertas cerradas. El frío que tiene que hacer en pleno invierno debe ser indescriptible.
La ciudad alrededor es extremadamente tranquila, por suerte llegué antes que decidieran decorarla para navidad. Todo está hecho de piedra o así lo parece. La vista es lo mejor que hay.
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