
Roma está lleno de argentinos. El italiano suena como el argentino, así que hablo directamente en Español-Argentino y en donde sea entienden perfecto. En el hostel hay gente de Brasil, Italia, Japón, Usa, Canadá y España; ya no sé a quién le hablo en qué idioma.
Probé la pizza italiana en Roma para ver que onda, la de muzzarella se llama margarita (margherita) -en algunos lugares de Argentina también- y no tiene albahaca. La venden por peso y es bastante cara para mi gusto. El sabor, no es gran cosa, quizá yo esperaba que tuviese un sabor especial.
En un rato me voy a dar una vuelta por la Capilla Sixtina.