Nada que ver. Esto, en realidad, tiene que ver con una frase que escuché hoy: "all happens here", y probablemente lo haya dicho yo mismo, si la esquizofrenia no me falla.
Era un comentario sobre como la gente del mundillo se encuentra en el epicentro del desarrollo de la tecnología, acá. La cuestión es esa y está comprobado, uno sale a la calle para volver al depto. y se encuentra con los tipos armaron el sitio que visitó ayer... Muy loco.
Hablando de ayer, estuve en South Park, hay leyendas sobre el lugar, describiéndolo como el núcleo del boom de las dot-com de 1990 e inclusive de la web 2.0, muy lindo para pasar. Justo a la vuelta están las oficinas de la famosa Wired Magazine.
Además, se organizan reuniones alrededor con la gente de la escena (al menos una vez por semana hay algo) y dan posibilidad de conocer nuevos emprendimientos, etc. Son una fuente interminable de remeras también.
Es increíblemente cautivante la sensación, aunque sea de pasada.
El frutero americano
Para seguir con la costumbre, así como en el frutero de Madrid, España y el frutero tropical de San José, Costa Rica, les presento el frutero americano de San Francisco, Estados Unidos.
En esta oportunidad consiste en una naranja sanguinello (blood orange), una manzana red delicious, un pomelo gigante y una sandía miniatura.
Viva la bioingeniería!
En esta oportunidad consiste en una naranja sanguinello (blood orange), una manzana red delicious, un pomelo gigante y una sandía miniatura.
Viva la bioingeniería!
El gourmet americano*
La adicción de los sanfranciscans a las especialidades, el detallismo gourmet y la búsqueda interminable de los mejores lugares para comer es sorprendente. Llegando al punto en el cual comer en un lugar como macdonalds, starbucks, o algo por el estilo es un insulto, culturalmente hablando (si es que existe otra manera de hablarlo).
Obviamente esto no se ve a la ligera, no lo había percibido antes. Tampoco me imagino donde termina: habrá una especie de restaurant secreto que solo un puñado de personas conoce?, y que abre unas horas en un día determinado? Probablemente.
Volviendo a la realidad, estuve comiendo por ahí. Uno los primeros a los que fuí una especie de panchos95 de acá, pero la cocina es india/pakistaní y resultó ser muy rica; pero terminó eclipsado ayer cuando entré en otro a un par de cuadras, convenciéndome de que este tipo de cocina me encanta.
Hasta ahora la cocina asiática domina. En medio de la semana fui por sushi a un restaurant que no podía tener mejor ambiente: pantallas proyectando escenas de anime, dj, cuadros parecían celuloides. Hasta el menú estaba lleno de capturas de anime. Muy buen sushi.
Sin que nadie me viera entrar, fui a Mels, el típico "american dinner", con los carteles de neón y la rocola. Pedí la hamburguesa completa con fritas, bueno pero nada fuera de lo común: faltó el milkshake. Otro día si no me da mucha vergüenza pido alguna porción de pizza de tres dólares por ahí.
* Porque la palabra "estadounidense" quedaba horrible.
Obviamente esto no se ve a la ligera, no lo había percibido antes. Tampoco me imagino donde termina: habrá una especie de restaurant secreto que solo un puñado de personas conoce?, y que abre unas horas en un día determinado? Probablemente.
Volviendo a la realidad, estuve comiendo por ahí. Uno los primeros a los que fuí una especie de panchos95 de acá, pero la cocina es india/pakistaní y resultó ser muy rica; pero terminó eclipsado ayer cuando entré en otro a un par de cuadras, convenciéndome de que este tipo de cocina me encanta.
Hasta ahora la cocina asiática domina. En medio de la semana fui por sushi a un restaurant que no podía tener mejor ambiente: pantallas proyectando escenas de anime, dj, cuadros parecían celuloides. Hasta el menú estaba lleno de capturas de anime. Muy buen sushi.
Sin que nadie me viera entrar, fui a Mels, el típico "american dinner", con los carteles de neón y la rocola. Pedí la hamburguesa completa con fritas, bueno pero nada fuera de lo común: faltó el milkshake. Otro día si no me da mucha vergüenza pido alguna porción de pizza de tres dólares por ahí.
* Porque la palabra "estadounidense" quedaba horrible.
Cable car
Viajar en el cable car -colgado de la baranda- es una de esas cosas que la gente pregunta si hiciste en San Francisco (*). Para mí, verlo desde la calle alcanzaba, inclusive la parte al final del recorrido en la que giran el tranvía. Pero bueno, justo estaba el "tranvía" ahí y decidí subirme...
El primer extra es que al viajar unas cuadras aparece de la nada un tipo alteradísimo, violentamente desesperado por cobrarte el ticket, el ticket de ida vale cinco dólares. El segundo extra es escuchar los alaridos histéricos de algunas turistas tratando de justificar esos cinco dólares de recién.
Otros extras posibles pueden ser el ligero viento en la cara y ver el vagón gambetear el tránsito. O escuchar la campana de cerca, o sentir que los asientos son los mismos que en los vagones viejos del Subte A.
Se apagan las luces y terminás en un lugar bastante lejos, al cual caminando hubiera costado llegar, dándole sentido práctico al viaje. El taxi de vuelta salió diez dólares.
Si usted es un ignorante como yo: le explico que la gracia del cable car es que no tiene motor, se mueve y frena a partir de agarrarse y soltarse del cable que está en la calle, igualmente, yo no presté atención al mecanismo (ver para creer). Al principio pensé que eran simples tranvías, y como hay tranvías en San Francisco uno puede llegar a confundirse, pensando que son una versión más vieja.
(*) junto con: comiste pizza en New York?, fuiste a un coffe shop en Amsterdam?, pediste un milkshake en Mels? y toda esa clase de preguntas.
El primer extra es que al viajar unas cuadras aparece de la nada un tipo alteradísimo, violentamente desesperado por cobrarte el ticket, el ticket de ida vale cinco dólares. El segundo extra es escuchar los alaridos histéricos de algunas turistas tratando de justificar esos cinco dólares de recién.
Otros extras posibles pueden ser el ligero viento en la cara y ver el vagón gambetear el tránsito. O escuchar la campana de cerca, o sentir que los asientos son los mismos que en los vagones viejos del Subte A.
Se apagan las luces y terminás en un lugar bastante lejos, al cual caminando hubiera costado llegar, dándole sentido práctico al viaje. El taxi de vuelta salió diez dólares.
Si usted es un ignorante como yo: le explico que la gracia del cable car es que no tiene motor, se mueve y frena a partir de agarrarse y soltarse del cable que está en la calle, igualmente, yo no presté atención al mecanismo (ver para creer). Al principio pensé que eran simples tranvías, y como hay tranvías en San Francisco uno puede llegar a confundirse, pensando que son una versión más vieja.
(*) junto con: comiste pizza en New York?, fuiste a un coffe shop en Amsterdam?, pediste un milkshake en Mels? y toda esa clase de preguntas.
Back in the Bay
Me encuentro alojado en un apartamento ubicado en una especie de calle bronxiana de San Francisco. La última vez que anduve por estos lugares fue hace cuatro años, cambió bastante. Volé por donde siempre y lo ví a Danny Glover en primera clase: no le pedí autógrafo, ni le saqué foto.
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